Hay que prevenir mejor que curar
Prevenir antes que curar. Tanto la medicina como la vida diaria del potencial paciente se ha vuelto cada vez más preventiva. La gran oferta que hay de tratamientos, medicamentos, remedios naturales, aparatología de todo tipo para tener en casa, apps para el propio smartphone, etc., hace que si te preocupas realmente por tu salud y no esperas a tener síntomas de algo puedas prevenir una gran mayoría de dolencias y enfermedades. Y de paso, pues ahorras mucho dinero a las arcas públicas sanitarias.
No quieren ni mencionarlo
Las administraciones públicas lo saben y son las más interesadas, ante la frecuente pasividad del ciudadano hasta que el malestar llama a su puerta, de fomentar campañas de concienciación para chequeos frecuentes de todo tipo, con especial insistencia en grupos de riesgo o dolencias asociadas a determinados colectivos, edades o tipos de organismo.
Por ejemplo, hasta los 30 controlar la tensión arterial y colesterol, hasta los 40 un chequeo general cada 2-3 años y a partir de los 50 uno anual y más profundo.
Hacerse un chequeo cada cierto tiempo es de vital importancia
Un estudio en Navarra demostró que casi en el 90% de los chequeos realizados se encontró alguna alteración que requería tratamiento o al menos una consulta médica más profunda. Es decir, el cuerpo siempre necesita vigilancia y reparación, y si se controla a tiempo y con frecuencia, se evitarían una gran mayoría de enfermedades o al menos tener que curar consecuencias graves.
No se trata de ser hipocondríaco pero sí de vigilar continuamente tu organismo y potenciar los hábitos saludables.
La prevención hace que estemos mejor preparados
Cuando hablamos de prevención nos viene a la mente la palabra ‘cáncer’, la enfermedad más temida y con más posibilidades de combatir y ganar cuanto más precoz es el diagnóstico. Por eso, en virtud de género y tendencia por edades, deberían ser frecuentes y obligadas las revisiones preventivas contra el cáncer de mama, colon, próstata y pulmón.
¿Cómo comenzar?
Y ¿por dónde empezar? Pues dos opciones: o bien ir a tu médico de cabecera y solicitarlo (aunque también las empresas las realizan anualmente) o bien, si quieres un chequeo más profundo y con mayor rapidez, puedes informarte en cualquier clínica privada, que cuentan con una oferta de revisiones desde las más comunes hasta las más revolucionarias, incluyendo marcadores genéticos o lo último en tecnología.
Es mucho mejor prevenir
No saldrá barato seguramente pero te puede evitar disgustos o al menos tener que curar, si eres propenso a una dolencia, estar preparado o poder realizar un plan preventivo que incluso lo pueda evitar.
Fuente: Hoy
Foto: Pixabay
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